Los mofles son parte del sistema de escape de tu vehículo y están ubicados en la parte trasera, inferior del vehículo. Ayudan a amortiguar las emisiones del vehículo y el ruido del motor. Están hechos de acero y están recubiertos con aluminio para brindar protección contra el calor y los productos químicos liberados por el sistema de escape. Los mofles se utilizan principalmente para disipar los ruidos fuertes creados por los pistones y las válvulas del coche.

Los motores de combustión necesitan sacar los humos quemados para poder tomar aire fresco y combustible. Existe todo un mecanismo que se ha creado solo para deshacerse de estos humos quemados para que puedan escapar del automóvil de la manera más silenciosa posible. Los vapores salen del motor a través de los colectores de escape, que es un conjunto de tubos conectados a cada cilindro para recoger los vapores. Los colectores se combinan en un solo tubo de escape (o dos en algunos automóviles con motores más grandes). Los humos corren hacia la parte trasera del automóvil y entran en el silenciador antes de la salida final.

Hay varias razones por las que un silenciador se ha estropeado. Debido a la exposición a la humedad y al calor, los mofles se degradarán naturalmente con el tiempo. La humedad hace que el interior de los silenciadores se oxide, lo que afecta su calidad. Tu silenciador también puede estropearse si algo golpea contra el componente. Si tu automóvil de repente se vuelve ruidoso, emite un olor desagradable o tiene una caída drástica en la economía de combustible, entonces puede ser el momento de inspeccionar el sistema de escape.

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